viernes, 22 de junio de 2012


Las inteligencias múltiples

Existen más de ocho inteligencias que hacen la diferencia entre una persona u otra. Aprender a reconocerlas ayuda a elevar los conocimientos y el autoestima. ¿Sabía usted por qué algunos estudiantes se destacan más en unas asignaturas o actividades que en otras?. La respuesta es sencilla. Porque no existe una inteligencia única en el ser humano, sino una diversidad.
La psicóloga clínica Gisela Bock refiere la importancia de que las personas conozcan que hay inteligencias múltiples y que éstas se refieren a la capacidad que tienen las personas para aprender, representar y utilizar el saber de muchos y diferentes modos.

Las inteligencias múltiples fueron descubiertas por el científico   Gardner y publicadas en su   Frames of Mind. Sus investigaciones se basaron en el método científico y entre sus principales retos estaba encontrar una   neurológica de cada una de las inteligencias. Es así como él encuentra en el cerebro ocho puntos relacionados con una inteligencia en particular y son:

Lingüística: En los niños se aprecia en su facilidad para escribir, leer, contar cuentos o hacer crucigramas, facilidad para los idiomas, oratoria, pero sobre todo, esta inteligencia permite que las personas expongan conceptos con mucha claridad.

Lógica-matemática: Se aprecia en los   por su interés en patrones de medida, categorías y relaciones. Facilidad para la resolución de   aritméticos, juegos de estrategia y experimentos.

Corporal y kinésica: Facilidad para procesar el conocimiento a través de las sensaciones corporales. Deportistas, actores, bailarines o manualidades.

Visual y espacial: Los niños piensan en imágenes y dibujos. Tienen facilidad para resolver puzzles, dedican el tiempo libre a dibujar, prefieren juegos constructivos, también se pueden ubicar mejor en el espacio.

Musical: Los menores se manifiestan frecuentemente con canciones y sonidos. Identifican con facilidad los sonidos, interpretan canciones de oído.

Interpersonal: Se comunican bien y son líderes en sus grupos. Entienden los sentimientos de los demás y proyectan con facilidad las relaciones interpersonales, facilidad para influir en las personas.

Intrapersonal: Aparecen como introvertidos, reconocen sus propios sentimientos y se automotivan intelectualmente, también tienen la capacidad de conocer su personalidad, sus capacidades y debilidades, son buenos para crear proyectos, ideas innovadoras, pero si no tienen inteligencia interpersonal y lingüística tendrán dificultades para dar a conocer sus ideas.

Inteligencia naturalista o de facilidad de comunicación con la naturaleza: Reconocen los cambios del ambiente, temperatura, contaminación, etcétera, también se interesan por las plantas, los animales, y en general el medio ambiente.

Los maestros del nivel escolar, secundario y universitario deben conocer acerca de las inteligencias múltiples, porque muchas veces califican a un alumno por el resultado sacado en las pruebas de conocimientos sin tomar en cuenta otras destrezas que pueda tener, según Bock. 

Ramírez cree que el maestro después de conocer el tipo de inteligencias que más destacan en un estudiante, no deberían encasillarlos, sino darles incentivos afectivos (una palabra de halago, un aplauso de sus compañeros, una nota de felicitación y estímulo) sin caer en ensimismamiento.

Bock considera que la educación no se debe enfocar solamente en seguir las instrucciones de un libro, sino incentivar métodos de aprendizajes novedosos y creativos para poder descubrir estas habilidades en los alumnos y poderlas desarrollar.“Los maestros deben identificar y apoyar las mejores prácticas en la educación para motivar a los alumnos a usar capacidades únicas y expresar el conocimiento”, asegura. 

Entonces, dice Betancourt, es necesario destacar la importancia de clases como la educación física, dibujo, arte, psicología y lenguaje que muchas veces no apreciamos e incluso las menospreciamos. Hay que valorar estas clases al igual que las matemáticas, la biología y los idiomas.

La ventaja que tienen los alumnos al descubrir su tipo de inteligencia, dice Bock, es que pueden desarrollar sus potencialidades, sentirse más seguros de sí mismos, usar sus capacidades, comprender sus intereses como herramienta para aprender. Y ponerla en práctica estando en un ambiente en el que le dejen expresar sus conocimientos y donde pueda atreverse a soñar. 

Para Betamcourt, en cambio, la mayor ventaja es que aprenden a reconocer sus habilidades para aprovecharlas y ponerlas en práctica, así mismo conocer sus debilidades para superarlas. “Esto se logra a través de procesos educativos que permitan el autoconocimiento de los estudiantes”, dice. Otra ventaja, agrega, es que al enterarse de la existencia de otras inteligencias les ayuda a realzar la autoestima ya que muchos estudiantes sienten que no son buenos para nada.

Bock refiere que el estudiante además de conocer su o sus inteligencias debe aprender a desarrollarlas para que en el futuro esta o estas se conviertan en un potencial que le pueda llevar al éxito. 

En cambio, Betancourt dice que el conocerlas no basta. Es importante la práctica de esa habilidad para que luego se convierta en una verdadera destreza. Por ejemplo, si un estudiante es muy bueno para la música o algún deporte no necesariamente llegará a ser un destacado profesional a menos que practique con disciplina y perseverancia. Sin embargo, definitivamente tener uno de los ocho o más tipos de inteligencia facilita la tarea de llegar a ser un excelente y destacado profesional.


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